Ahora un estudio responde a ese porqué que a padres y madres de millenials nos martilleaba sin cesar. La llamada «generación muda» no solo hace referencia a aquellos que hoy cuentan con entre 25 a 37 años sino también a la generación Z, de entre 7 a 22 años.
Nuestra sociedad ha cambiado. La forma de comunicarnos también y las tecnologías han revolucionado las interacciones humanas.
Sí, el móvil sigue poniéndonos en contacto unos con otros pero de otra forma: mediante mensajes de texto, emoticonos o rrss.
El estudio, realizado en EEUU a 1200 jóvenes nacidos entre 1981 y 1996, ha constatado la antipatía que éstos tienen a las llamadas de teléfono: lo ha descrito como telefonofobia.
Entre las conclusiones de Why millennials hate talking on the pone: Generation mute, millenials phone call statistics, se encuentra la confirmación de que se trata de una «generación muda», nacida en la era digital, y que ha decidido sustituir la voz por los mensajes escritos e imágenes. Servicios como WhatsApp, Facebook Messenger o Instagram son las herramientas que eligen para comunicarse.
Y no es simplemente una elección. Es su respuesta a la aversión que sienten ante una llamada de teléfono, ante la comunicación verbal que no dominan y les provoca inseguridades.
La ansiedad y el estrés se apoderan de ellos. Cuatro de cada cinco jóvenes que participaron en el estudio admitió tener que concentrarse antes de hacer una llamada, por miedo a decir algo inconveniente, por verse en una situación que no esperaba o por no tener respuesta a un posible contexto para el que no estaba preparado.
Así, según publica en sus páginas niusdiario.es que hace un detallado análisis del estudio, «una inmensa mayoría (81%) respondió que no hablaban por teléfono porque les generaba «ansiedad» o cobardía. Y un 88% preferiría tener datos ilimitados en su móvil para navegar que de llamadas».
Ante tu pregunta «por qué no me has cogido la llamada«, tu hijo ha recurrido a mil y una excusas, algunas de ellas, de lo más surrealistas.
No es por consolarte, pero no es el único…
Estas son las disculpas que la mayor parte de los jóvenes que han participado en el estudio reconocen que han utilizado de forma regular para excusarse:
En el ranking de víctimas de su indiferencia se encuentran, por supuesto, los padres. Pero no en primer lugar ¡mira!
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