La mirada es uno de los puntos más potentes de nuestro rostro, por eso cuando nos maquillamos, tendemos a potenciar los rasgos de nuestros ojos, más si cabe desde que las mascarillas conviven con nosotros. Un terreno en el que la libertad creativa es tan amplia como tipos, formas y colores de ojos hay. Sin embargo, existen un elemento común a todos ellos que siempre es un acierto destacar: las pestañas. Si las postizas no van contigo y buscas un efecto tan impactante como natural, tu herramienta estrella será el rizador de pestañas.
Muchas personas no cuentan con el rizador de pestañas en sus rutinas de maquillaje e, incluso, hay quienes no saben cómo usarlo o gente a la que le da miedo acercarse un elemento metálico de esas características al ojo. ¡No te preocupes! Si sabes cómo utilizarlo, aplicar el rizador de pestañas no te hará daño.
Aprender a usar el rizador de pestañas paso a paso
Lo primero que debes saber que es debes utilizar el rizador de pestañas sin rastros de máscara sobre ellas. De lo contrario y más aún si lo haces justo cuando te acabas de aplicar la máscara, es muy probable que por el maquillaje se queden adheridas al rizador y te arranques alguna. Recuerda: siempre con las pestañas limpias.
Como habrás comprobado, los rizadores cuentan con unas pequeñas almohadas. Es ahí donde debes colocar tus pestañas dejando un ligero margen de espacio para que, cuando lo cierres, no te pellizques el párpado.
Una vez hayas colocado las pestañas en el punto correspondiente, presiona ligera y progresivamente. Mantén unos segundos e inclínalo ligeramente hacia arriba para conseguir un efecto más potenciado.
Abre el rizador lentamente (sin tirones) y apártalo del ojo una vez esté completamente abierto. Así evitarás perder pestañas por el camino.
¡Y ya está! Solo tienes que repetir la operación en las pestañas de los párpados de arriba y de debajo de ambos ojos.
Consejos importantes para usar el rizador de pestañas
Limpia las gomas con frecuencia. Piensa que se trata de una herramienta que se acerca mucho a la zona del interior del ojo y llega a entrar en contacto con el párpado, por lo que no olvides que esté en buenas condiciones. Además, cuando ya notes que no están del todo bien, cámbialas.
Muchos bloggers de belleza aconsejan dar un golpe de calor al rizador de pestañas, por ejemplo, con el aire del secador de pelo. Aunque su efecto es óptimo, te recomendamos que tengas mucho cuidado, si calientas demasiado el rizador podrías hacerte daño.
Una vez te hayas acostumbrado a su efecto, seguro que lo usarás cada día. ¡Incluso cuando vayas sin maquillar! De hecho, esta es una forma de dar un toque sofisticado a tu rostro y un método muy sencillo para verte mejor sin utilizar ni una gota de maquillaje, ¡más natural imposible!
