Es algo básico para mantener tu casa ordenada, si tienes todo lleno de objetos que no usas ni necesitas es imposible que esté ordenada.
Cuantas menos cosas tengamos más fácil nos será ordenar.
Puedes empezar por tirar publicidad, bolsas que no utilizamos y muestras.
Y recuerda si compras algo tira algo.
Cinco minutos pueden ser suficiente, aprovecha el ratito en el que se está haciendo el café o cinco minutos antes de irte a dormir para organizar, quitar cosas de encima de la mesa, despejar las encimeras, guardar los abrigos, doblar mantas y guardar todo lo que esté colgado en sillas, además puedes preparar la ropa del día siguiente, lo que necesites para el trabajo y las carteras de los niños.
Hacer la cama, quitar la tostadora y la licuadora de la encimera, no acumular cacharros en la cocina, recoger las mantas y revistas de encima del sofá o cerrar armarios y cajones dará a tu casa un aspecto mucho más ordenado.
Coloca en la parte superior de las estanterías aquello que utilices menos y en la parte de abajo lo que utilices cada día.
Las cajas son ideales para tener todo ordenado y sobre todo organizado. Son muy útiles para guardar los juguetes de tus niños o mejor que ellos mismos los guarden.
Seguro que hay un lugar de la casa (entrada, encimera de la cocina o salón) dónde tiendes a acumular cosas. Una buena solución para evitarlo es que coloques algo en ellos cómo una planta, un adorno o una lámpara.
Si acumulas montañas de pañuelos, bufandas, gorros, abrigos y bolsos en perchas sólo aumentarás la sensación de desorden. Pon pocas perchas y cuelga en ellas sólo las prendas que uses habitualmente.
Sirve de poco que ordenes cada día si no cuentas con la colaboración de los que viven contigo para mantener el orden.
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