Una vez que estés convencida de esto aunque estés tentada de utilizar sólo toallitas desmaquillantes por la comodidad que supone incluso por pereza o falta de tiempo, debes saber que además de lo contaminantes que son, no eliminan del todo los restos de maquillaje y mucho menos limpiar en profundidad la piel. Además friccionar la piel resulta demasiado agresivo.
La misma Kim Kardashian afirma no poder vivir sin ellas, en una entrevista para el blog Into the Gloss, confesaba que siente “que no se quita completamente el maquillaje si no es con ellas”.
En declaraciones a Smoda (El País), La Dra. Patricia Ricarte, directora del departamento de Asesoría de la firma Germaine de Capuccini, explica que están hechas de tejidos sin tejer (muy utilizado en productos de higiene por sus propiedades) “impregnados en una emulsión con aditivos como pueden ser los extractos de algas o wakamé”.
Están compuestas por dos tipos de componentes, unos “agentes surfactantes que disuelven la suciedad y otros agentes emulsificantes que arrastran los restos de sebo, maquillaje y células”, tal y como explica la Dra. María Segurado, asesora dermatológica de Nivea, al mismo medio
Aunque su uso te resulte muy cómodo sobre todo por la rapidez, no limpian bien y usadas a diario pueden llegar a dañar la piel.
Si aún así no te puedes resistir a utilizarlas, debes completar la limpieza utilizando un aceite limpiador antes de las toallitas y un gel después para asegurarnos de que la piel queda completamente limpia.
Los conservantes, el alcohol y las fragancias además del propio gesto de arrastre que hacemos al usarla pueden dañar la piel y aumentar el riesgo de alergias.
Además están contraindicadas para pieles sensibles, rosáceas, con dermatitis atópica y también para las pieles acneicas no tratadas ya que podrían empeorar su estado.
Una buena opción rápida también es el agua micelar eso si aclarando la piel después ya que lleva sustancias que pueden resecar.
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