Estos días saltaba la noticia: Telefónica se encargará de ofrecer bajas incentivadas a cerca de 5.000 empleados mayores de 53 años, trabajadores que se jubilarán habiendo cumplido poco más del medio siglo de edad y con una esperanza de vida de aún 35 años.
En este punto muchos expertos se plantean, ¿es posible mantener un modelo así en nuestra sociedad? El medio Libre Mercado analiza lo que nos espera en las próximas décadas para valorar la posibilidad de mantener un modelo como el actual en el futuro, llegando a la conclusión de que a la larga parece inviable.
Si hay personas prejubilándose con poco más de 50 años, quiere decir que otros tendrán que mantener sus pensiones durante los 30-40 años de vida que aún le queden. El problema de esto es que en un futuro no habrá suficientes trabajadores para mantener tales pensiones.
El medio habla de proyecciones en las que habría 90 jubilados por cada 100 trabajadores. ¿Esto qué significa? Que un trabajador debería tener un sueldo que le permitiera vivir, mantener a los descendientes, ahorrar para su futuro y pagar la pensión de un jubilado. ¿Es esto factible? Solo si los sueldos se disparasen, lo que parece menos probable que terminar reformando el sistema de jubilaciones.
En el artículo Domingo Soriano habla de un paradigma en el que las personas que actualmente tengan entre 30 y 40 años no podrán jubilarse hasta llegado los 70. «Lo más probable para los treintañeros actuales es que la edad de retiro esté más cerca de los 70-72 que de los 60«, reza este.
Pero, ¿por qué este modelo causa tantas discrepancias? Si bien es cierto que muchos jubilados buscan maneras de seguir trabajando y ser productivos una vez han cumplido la edad de jubilación para seguir aportando a la sociedad y sentirse útiles, para otros tantos el trabajo es un castigo, una pena que hay que cumplir para posteriormente disfrutar de la pensión.
La realidad es que la esperanza de vida ha crecido en los últimos años y, cuanto mayor es esta, más trabajadores debe haber para poder acaparar todas las jubilaciones. Pero esta idea se difumina con los años, pues mientras muchas personas se adentran en el sistema de jubilación, muchas menos se incorporan a trabajar, por lo que el sistema está descompensado.
MÁS SOBRE: