El programa viajaba hasta La Coruña para llevar a cabo la temida prueba de exteriores. La Campos ha intentado dar su mejor versión, trabajar duro, pero tras ir sorteando numerosos baches con su compañeros, acababa por derrumbarse.
Estamos acostumbrados a ver a los aspirantes de esta edición de MasterChef trabajando duro. Cada uno a su modo, sí, pero no se les podrá decir que son dejados o vagonetas.
Por eso, Terelu se sorprendía al ver a una Victoria Abril poco involucrada en la prueba. La actriz, cuando ha disfrutado de la capitanía, había dado su máximo, llevado a su equipo a la victoria y ahora, estando fuera del poder, parecía flaquear.
Terelu no estaba dispuesta a permitirlo y decidía encararse a Abril por su poco brío y profesionalidad. Entre percebe y percebe, la discusión estallaba.
«De buena soy buena, pero también tengo muy mala hostia”, Terelu Campos, molesta con el mal gesto de su compañera, le paraba los pies. «Soy super pacífica, pero cuando veo que me están atacando y sin motivo, saco el carácter porque también lo tengo».
Y aunque la discusión se quedaba allí, no ocurría lo mismo con el impacto de ésta sobre Terelu. Cuando la colaboradora se disponía a redistribuir unos ricos picatostes, recibía la visita de su compañera Belen López con un ánimo conciliador.
«Aquí cada uno expresa lo que tiene dentro. Aquí nada es personal» expresaba con cariño López a su amiga que estallaba en lágrimas. «Está todo bien, mi vida, está todo bien, mi amor…».
Yotuel aparecía en escena para abrazar a una Terelu que pedía que la dejaran sola. Hasta Pepe Rodríguez, ante el desconsolado llanto de la pobre Terelu, intervenía: «¿Qué le pasa a mi rubia favorita?»
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