Sus orígenes se remontan a la colección de debut de Donna Karan, a la que llamó Seven Easy Pieces, y qué tal como su propio nombre indica, eran siete piezas femeninas destinadas a cubrir las necesidades básicas del día a día sin caer en lo aburrido y monótono, a este concepto este año se une el consumo responsable y la sostenibilidad.
El armario cápsula, por tanto, puede definirse como un conjunto de prendas básicas de buena calidad con las que conseguiríamos gran cantidad de looks y con las que no necesitaríamos nada más para vestir.
En definitiva varias prendas básicas (camiseta blanca, vaqueros, gabardina y vestido negro que se pueden combinar bien entre si consiguiendo looks variados), un armario en general se asocia al estilo clásico.
La ilustradora Saray Martín, autora del libro El método del armario cápsula, en una entrevista a Vogue España afirmaba que “es cuestión de analizar nuestro estilo, buscar las prendas básicas que deberían estar en el armario, tener otras piezas más de temporada y apostar por la calidad”.
Es decir si la camisa blanca no encaja con tu estilo, aunque sea una de las prendas clásicas de los armarios cápsula, no tiene porque estar en el tuyo. Puedes sustituirla por una camiseta negra o un jersey o sudadera.
Lo único importante es que sean prendas coherentes con tu estilo y que combinen entre si.
Hay diferentes teorías, Donna Karan apostó por siete, pero hay quién propone hasta cuarenta prendas (incluyendo ropa interior, de deporte y vestidos de fiesta), siendo treinta el número más popular.
El reto está en vestirse únicamente con ese número de prendas toda una temporada, incluso en el cambio de estación, cómo en el caso de los vaqueros, que puedes ponerte en verano e invierno.
Colores básicos y hechuras no demasiado marcadas, esta es una norma generalizada, pero hay otras maneras de crear tu armario cápsula sin limitar el número de prendas y que se basan más en que estas sean de calidad y en no comprar compulsivamente.
Si tienes en tu armario varios vaqueros que te gustan y se ajustan a tus necesidades, será mucho más sostenible mantenerlos que tirarlos y generar así más residuos.
Aunque no siempre tiene que estar presente la sostenibilidad en el armario cápsula, si esta se aborda desde la perspectiva de los tejidos, por ejemplo, aunque si en otros conceptos cómo menor consumo y durabilidad. Tener menos y mejor, de nada sirve tener una prenda que ha seguido los parámetros más estrictos de sostenibilidad si no nos la vamos a poner nunca.
El proceso es bastante parecido al de una limpieza de armario tradicional, sacar todo lo que se tiene en el armario y ver qué nos sirve y qué no, por último guardar sólo las prendas del armario cápsula.
Lo que guardes será las prendas correspondientes a la temporada actual, las otras deben almacenarse en otro lugar dónde no interfieran con el armario cápsula de esa temporada.
Aunque pueden variar de una persona y estilo a otro, algunas de las prendas del armario cápsula que suelen repetirse son una camisa blanca, camisetas básicas, camiseta de rayas, vaqueros, unos pantalones de traje en color neutro, cazadora de cuero, gabardina, jerséis en tonos neutros, un blazer largo y oscuro, unas deportivas clásicas, unas bailarinas o mocasines, un vestido negro midi o corto, uno lencero y una falda a media pierna.
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