¿Recuerdas a Ofelia? Sí, ¿la concursante de Masterchef de la que todo el mundo tenía algo que decir? ¿Que nadie soportaba? Pues ayer estuvo de vuelta en las cocinas de La1 con Verónica Forqué.
Y no es que las dos concursantes coincidieran y compartieran espacio…El programa decidía (muy habilidoso) que las dos aspirantes a chef compartieran equipo. Y por supuesto, Verónica Forqué volvería a demostrarnos que las clases de buena educación jamás las aprobó.
Verónica Forqué, ¿sola ante el peligro?
Captura Masterchef
Como si de un juego de colegio se tratara, los concursantes debían ir emparejándose para cumplir con la primera prueba. El cocinado consistía en un rico y jugosito salmón noruego. Todo concursante encontraba su pareja a excepción de Verónica Forqué que se quedaba sola como consecuencia de ser un grupo impar.
Pero no te preocupes, que el programa tenía un as bajo la manga. Ofelia, que acudía de invitada especial, terminaría siendo (sin ella saber dónde se metía) en la compañera de Forqué. ¡Vaya invitación especial más espantosa…!
Los malos modos Forqué, de plato principal
Captura Masterchef
Verónica Forqué, que en un principio parecía aliviada de contar con una veterana compañera, rápido cambió sus modos. El tono de la actriz al que poco a poco nos hemos ido acostumbrando salía de nuevo de su boca y cuerpo.
«No quiero que hables. Chequea el horno que te lo he dejado preparado. Te estoy animando. No me hables. Muy bien» la actriz hablaba cual Robocop en una misión de alta cocina.
Y el salmón noruego seguía su camino, un camino tortuoso, teniendo en cuenta la cantidad de improperios que salían de la boca de Verónica Forqué: «¿Sabes cómo es? Pues entonces te callas. ¿Sabes lo que es estar callada? Es muy agradable, de vez en cuando. Y eso que yo hablo como un loro».
Verónica Forqué firma La Paz con Ofelia
Captura Masterchef
Aunque es cierto que el salmón noruego llegó con éxito a la boca de los jueces, la actriz no escatimó ni un minuto en seguir atizando a la pobre Ofelia. Tanto es así que creo que hasta se ganó un poquito el corazón de los espectadores.
El morro que tiene la Forqué es de categoría: le pidió en numerosas ocasiones que se callara, que hiciera meditación y que no discutiera delante de los chefs por ser de mala educación. ¡¡Verónica Forqué, consejos vendo que para mí no tengo!!
Afortunadamente, la actriz terminaba la noche dedicando unas bonitas y escuetas palabras a la gallega: lista y simpática. ¡Bueno…al menos, algo es algo!
