Hay muchos tipos de tarta de queso, pueden llevar nata, leche en crema, leche evaporada, huevos, maicena, avena, azúcar, ágave, dátiles, galletas, bizcocho, mantequilla e ir acompañada de frutas, mermeladas e incluso chocolate.
En este caso los ingredientes son baratos y fáciles de encontrar.
Para la base de la tarta necesitarás,
Cómo hacerla,
Para hacer la crema de la tarta necesitas los siguientes ingredientes,
Para elaborarla mezcla mezcla las dos tarrinas de queso crema, añade la mitad de la lecha condensada y bate, monta la nata y mézclala con la crema de queso, saca el recipiente y echa la crema encima de la base, deja enfriar cuatro horas.
Para la cobertura utiliza mermelada del sabor que más te guste, si es casera mucho mejor. Vuelve a meterla en la nevera dónde tiene que estar al menos diez horas más. La puedes acompañar de nata montada, de nuestro helado preferido o de un buen café o té.
La primera referencia a la tarta de queso llega de la Antigua Grecia, desde la Isla de Samos, hace 4.000 años. Se trataba de un alimento tan energético que se ha constatado que en el año 776 a.C. se utilizaba para alimentar a los atletas en los Juegos Olímpicos.
En España podemos encontrar su origen en el norte, sobretodo en Cantabria con su quesada pasiega que en un principio se hacía con leche de vaca cuajada, mantequilla, huevos y harina, y que ya aparece en algunos textos medievales. De hecho en el Libro del Buen Amor, del Arcipreste de Hita (Siglo XIV), ya encontramos una receta muy similar.
En cada parte del mundo hay variaciones de la receta, con distintos tipos de queso, mascarpone, feta y cottage en el caso de Italia, Grecia ya Alemania respectivamente.