Y no hablamos de acostarnos físicamente con nuestro ex… y eso que recientes estudios parecen demostrar que tener sexo con una expareja no es un error tan fatal como podemos llegar a creer. Hablamos de no soñar de forma recurrente con él o ella en actitud erótica. ¿Te ha pasado?
¿Sabes que descubrir y entender por qué sigues soñando con esa persona que ya no forma parte de tu vida tiene un significado?
Y no, no es que no hayas podido olvidarle todavía… eso es demasiado sencillo. Tu mente guarda los porqués y nosotros vamos a explicarte cómo desentrañarlos.
¿Y si del sueño pasaras a la realidad? Son muchas las personas que creen que después de una ruptura tomar distancia es la única forma de salir adelante. Y, sin embargo, un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Wayne, demuestra lo contrario: volverte a acostar con tu exnovio o exnovia puede ser la mejor manera de afrontar una separación.
Entre los beneficios que señalan destacan: la confianza a la hora de mantener relaciones sexuales, el morbo de la situación y zanjar de esta forma alguna cuenta pendiente.
En www.cadenadial.com te lo vamos a descubrir porque puede ayudarte a ser más feliz y a cerrar una etapa todavía abierta.
Cuando se rompe una relación sentimental, lo más habitual es querer olvidar lo sucedido cuanto antes. Sin embargo, tu cerebro no piensa de la misma forma y puede llegar a actuar de forma distinta cuando intentes pasar página. ¿Por qué? Te lo contamos a continuación.
Antes de consultar en Internet, presa de la desesperación, el significado de un sueño erótico con tu expareja, deberías tener en cuenta que:
– Es algo totalmente normal. Has estado haciendo el amor con esa persona durante un largo tiempo y el cuerpo tiene memoria. Es más que probable que sueñes que repites estas acciones y que incluso lo pasas muy bien.
– Está analizado por psiquiatras. Peytavin considera este sueño como una especie de arrepentimiento por todo lo sucedido. Además, es imposible borrar de tu vida una relación. Eso sí, calma porque esto no significa que tu pareja actual no sea la adecuada, simplemente, que la mente a veces funciona de esta forma.
Refranes como «un clavo quita otro clavo» o «la mancha de la mora con otra verde se quita» quedan muy bonitos en un azulejo colgado en una venta de carretera, pero no son, precisamente, una teoría psicológica a tener en cuenta. Los motivos más habituales son:
– No haber respetado el periodo de duelo. Es posible que estuvieras deseando cortar tu relación anterior porque era casi imposible seguir adelante, pero comenzar a salir a los pocos meses con otra persona no es, aunque te lo parezca, la mejor opción. El duelo dura un mínimo de tres años. Esto no significa que tengas que estar a palo seco durante este tiempo, pero sí que no deberías implicarte en una relación seria antes de este tiempo. A no ser, claro, que te vaya el poliamor, en este caso, ¡ancha es Castilla!
– Sentirte culpable por el fracaso. Si la otra parte fue infiel, eso que has ganado, si lo fuiste tú, ídem. Lo malo es cuando la relación se rompe por cansancio o por desgaste. Siempre hay una de las dos partes que se considera culpable de lo ocurrido, pero no es así: todo pasa por algún motivo. ¿Acaso no has encontrado, o vas a encontrar, a alguien mejor?
¡Pues vaya con mi cerebro!, te dirás, si para olvidar a mi ex me hace soñar que tengo sexo con él, ¿qué será lo próximo? Pues, el olvido. Los recuerdos se irán difuminando y poco a poco lograrás entender que lo que consideraste un sueño erótico no dejó de ser una despedida.
De ti dependerá dejar la puerta cerrada a volver a tener relaciones con tu ex o dejarla abierta. En un alto porcentaje de ocasiones, se mantiene la amistad que puede llegar a convertirse en una con derecho a roce. No entraremos en tus sentimientos, pero recuerda que un jarrón que se rompe y al que se le pegan las piezas nunca será el jarrón original.