Normalmente un perro registra una temperatura normal entre 37,5 a 39,5 ºC, dependiendo de la edad, el tamaño y el peso.
«Si por diversos motivos la temperatura de la mascota sube hasta los 40 – 43 ºC, se corre el riesgo de que sufra un golpe de calor, problema que incluso puede tener un final mortal». El aumento de calor puede traer graves consecuencias en tu perro si este no tiene la posibilidad de refrescarse.
Te explicamos como ayudar al canino a que no llegue a ese punto.
Para que tu perro se mantenga fresco sin sufrir un golpe de calor debes evitar encerrarlos en lugares que puedan alcanzar altas temperaturas. Además, debe tener agua limpia a constante alcance y evitar paseos intensos en horarios muy calurosos. De la misma manera, no deberá realizar actividades físicas intensas en horas de más calor.
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Para refrescarlo cuando notes que tiene calor, puedes mojarlo con una toalla húmeda. Sino, puedes darle cubitos de hielo para bajar su temperatura corporal a la vez que se entretiene. Sino, puedes usar ventiladores para lograr refrescarle.
Además, controlarás la temperatura de tu mascota al observarle como respira. Esta respiración se caracteriza por los jadeos con la lengua fuera de la boca.