Es cierto que el proceso de vacunación en los distintos países sigue su curso, pero para la Pascua estaremos lejos de tener unos porcentajes amplios de población vacunada. Según la Ministra de Sanidad, Carolina Darias, en marzo habrán recibido la vacuna el 80% de mayores de 80 años.
En el caso del país germano, gran parte de la sociedad podrá vacunarse antes de la llegada del verano: «La situación es mucho mejor de lo que pensaba hace días» asegura Drosten aunque advierte que no podemos bajar la guardia. Sería un error tremendo y una irresponsabilidad.
Es cierto que a medida que avanza el ritmo de vacunación desciende el número de ingresos hospitalarios pero aún estamos lejos de revertir la situación que nos ha llevado a sufrir esta tercera ola de pandemia.
Aunque las personas mayores estén ya protegidas contra el virus para el 28 de Marzo, el resto de colectivos de la población seguirá expuesto al Coronavirus y el riesgo de contagio permanece.
Drosten afirma que cometeríamos un grave error si declaráramos el fin de la pandemia pasada la Semana Santa y comenzáramos a flexibilizar las restricciones: «Por el momento, el proceso de infección debe seguir regulado con restricciones de contacto».
Los sectores poblacionales más numerosos y que más contactos tienen -los grupos de entre 40 a 60 años– por movilidad laboral y relaciones personales, no se vacunarán hasta el verano, y no en todos los países se llegará a esa fecha: «Si la política relaja las restricciones contra la COVID-19 demasiado pronto, la cantidad de infecciones en los grupos de edad no vacunados se disparará».
Tras Moderna, Pfizer y AstraZeneca, las tres primeras vacunas contra el Coronavirus, la aprobación de las siguientes está al caer. En marzo le tocará el turno a Janssen, que se encuentra ultimando sus ensayos clínicos con la Agencia Europea del Medicamento. Y ya en abril será el momento de Novavax y a Curevac.
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