Si dejamos de hacerlo no solo ahorraremos, si no que, además, cuidaremos el planeta.
Según la FAO “el desperdicio de comida es el responsable del ocho por ciento de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, el 30 % de la tierra agrícola se destina a cultivar alimentos que nunca se consumirán y un 21 % de agua dulce se desecha para su producción.”
Evitar tirar comida es una filosofía de vida, el “no waste”, sin desperdicio.
Además, han surgido últimamente supermercados que venden productos un ochenta por ciento más baratos, que están a punto de caducar.
Uno de ellos es I’m perfect food, una tienda online creada por una start up preocupada por el desperdicio alimentario a nivel global.
Planifica un menú semanal, haz una lista con los productos que necesitas, aprende a diferenciar entre fecha de caducidad y fecha de consumo preferente.
Congela bien los alimentos, en la nevera coloca los alimentos que caduquen antes delante y los nuevos detrás.
Aprovecha los alimentos que te sobren para hacer otras comidas.
Compra lo que necesites y come lo que compras.
Es muy importante para que no proliferen las bacterias y se genere moho.
Antes de meter el queso en la nevera, envuélvelo bien en papel transparente.
Conserva la salsa de tomate en tarro de cristal y cubre la superficie con un chorrito de aceite de oliva crudo.
Si se trata de tomate entero, escáldalo y congélalo.
Se conservarán mejor si los metes en una caja metálica junto a una manzana lavada y seca. Además si pones una rebanada de pan de molde sobre la zona que has cortado evitarás que se resequen, en cuanto a las galletas se conservan mejor en un tarro de lata.
Si te ha sobrado arroz no lo tires, puedes hacer con él tortitas rebozadas con huevo y queso y freírlas o utilizarlo para hacer verduras rellenas o incluso puedes preparar un plato de sushi.
Para conservar el aguacate mételo en un tupper con una cebolla abierta, así evitarás que se oxide y tenga ese color negruzco tan feo.
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