Si llevas gafas habitualmente estarás bastante harto de que con la mascarilla se te empañen constantemente.
Seguro que has probado de todo sin ningún éxito, hasta frotar una patata por ambos lados de los cristales.
Hasta ahora lo más eficaz parece que han sido las toallitas antivaho a las que les ha salido un competidor, se trata de las tiras de silicona invisible que se ajustan a la mascarilla y evitan que el calor salga hacia los cristales de las gafas.
Están hechas con silicona no tóxica, se pueden lavar y reutilizar y evitan que el aire que exhalamos cuando respiramos empañe los cristales de las gafas, esto sucede porque con las almohadillas expulsamos el aire por los lados y no hacia arriba.
Vienen con una cinta adhesiva que es lo primero que debemos quitar, después debemos alinear el puente nasal de las tiras con el de la mascarilla (que deben ser FFP2 o quirúrgicas que son las que tienen el puente nasal marcado claramente) y presionar hasta que se fije completamente.
1º Lávate las manos antes de ponerte la mascarilla
2º Coge la mascarilla por las tiras de sujección
3º Colócala en tu rostro con la parte más rígida a la altura de la nariz para que se ajuste mejor
4º Vuelve a lavarte las manos y sal a la calle
5º Para quitártela: coge de nuevo las tiras de sujección, retira la mascarilla sin tocar la parte delantera, métela en una bolsa, hazle un nudo y arrójala al cubo de la basura tras hacer un nudo.
6º Y, una vez más, vuelve a lavarte las manos
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