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La atrevida nos escribe por su hijo de 10 años que está empezando a tener un cambio notable en su actitud. Cuenta pocas cosas, no deja que le bese en público, se suele encerrar en su cuarto… Y lo que peor lleva: Las malas contestaciones.
«Me superan», confiesa esta madre que pide ayuda para cambiar la dinámica. Siempre el pequeño acaba pidiendo disculpas, pero al cabo del tiempo se le olvida y vuelve con las respuestas poco adecuadas.
En esta bienvenida a la etapa pre-adolescente del pequeño, Rocío Ramos-Paul la hace ver que tocará trabajar la paciencia para no estar en permanente conflicto. Todo ello con un aspecto fundamental que todo padre y toda madre debe hacer: Saber retirarse.
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