Aunque el amor de madre le acompaña en todo momento, también a la hora de contar su verdad en el documental, la hija de Rocío Jurado no se siente capacitada para perdonar a su pequeña, y no precisamente por esa paliza en 2012 o por otros rifirrafes que tuviera en el pasado.
Rocío Carrasco: «Después de la paliza, mi hija se asusta, sale corriendo y se saca un móvil. No sé de dónde. Llama a su padre y le dice: ‘Papá, ya está hecho» #RocíoVerdad8 pic.twitter.com/Vd1daZQffz
— ROCÍO, contar la verdad para seguir viva (@rocioseguirviva) April 28, 2021
Y el motivo que impide ese acercamiento no es otro que Antonio David: «No puedo mantener, muy a pesar, una relación con una persona que tiene al lado a quien ha intentado meterme en la cárcel«, explicaba en el nuevo episodio.
La ruptura total con su pequeña comenzaba en esos complicados años, aunque no precisamente por la supuesta orden de alejamiento que ella pidió. La protagonista del documental asegura que se preocupaba diariamente por ella, sobre todo en esos seis meses de libertad vigilada que cumplió.
MÁS SOBRE: