El nuevo episodio de «Rocío, contar la verdad para seguir viva» continuaba dejándonos pálidos con algunas de las vivencias de su protagonista y todo lo que era capaz de hacer Antonio David, según nos cuenta ella.
Uno de los capítulos más bochornosos llegó con el ingreso hospitalario de David Flores. Lo descubrió por su hija y con total desconocimiento sobre la salud de su hijo.
Rocío Carrasco: «Cuando llegué al hospital mi hijo me dijo: «Mami, me dijeron que no ibas a venir. Yo sabía que sí. ¿Lo ves, Olga?» #RocíoVerdad8 pic.twitter.com/VSwxQEsMap
— ROCÍO, contar la verdad para seguir viva (@rocioseguirviva) April 28, 2021
Confiesa en el documental lo que le dijo el pequeño nada más verla: «Sabía que vendrías. ¿Ves como ha venido, Olga?», se refería a Olga Moreno, actual mujer de Antonio David Flores. Una frase que le dio a entender de inmediato a Rocío Carrasco que el matrimonio había tratado de ocultarle todo.
«Cruel«, «asqueroso» y «deleznable» fueron los calificativos que empleó la hija de Rocío Jurado al recordar esos momentos.
Otro gesto indicativo fue la reacción de Antonio David al verla en la habitación del hospital poco después. Sería por lo inesperado o por la tensión de explicarle por qué no le había dicho nada, pero el excolaborador de Sálvame se tiró veinte minutos vomitando en el baño tras encontrarse con su exmujer.
«Tiene huevos en la televisión pero no en persona», criticaba una Rocío Carrasco que interpretó esos problemas de su exmarido por el «miedo» que tenía al hipotético enfrentamiento cara a cara.
En ese recuerdo que hacía en la serie documental, Rocíito no se cortó a la hora de hablar de Olga Moreno y la «mala influencia» que estaba suponiendo para sus dos hijos.
Antonio David reconoce en A Tu Lado que ha dejado de pasar la pensión de alimentos de Rocío y David Flores para forzar una contienda judicial #RocíoVerdad8 pic.twitter.com/M5r1dLT7fE
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Además de participar en ese ocultamiento de la información sobre su hijo, la protagonista del relato destacaba otras dos anécdotas que no dejaban a la actual concursante de Supervivientes en buen lugar.
La primera de ellas tiene que ver con los «chokers» (collares ajustados) con los que jugaba Rocío Flores y que la ponían en riesgo. Lo mismo con la elección de la ropa que esta le regalaba. Su madre entendía que era demasiado «adulta» para la temprana edad de la pequeña.
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