Cuando queremos adelgazar unos kilos solemos obsesionarnos con las calorías que ingerimos sin tener en cuenta dos cosas esenciales, la primera es preocuparnos de tener una alimentación mucho más sana pero para siempre, no sólo mientras hacemos dieta y la segunda, prestar atención a lo que bebemos durante la comida y la cena, algo con lo que podemos restar 600 calorías a la misma cada día.
Fíjate, desayunar con un zumo envasado o comer con un refresco o cerveza, son gestos que suman calorías a nuestra dieta, algo en lo que hace hincapié el nutricionista Joel Torres, «las bebidas calóricas pueden hacer que no cumplas tu objetivo a la hora de perder peso y eso que no tendemos a prestarles atención». Y es que este tipo de bebidas pueden ser la causa de que no adelgaces todo lo que quieres.
Cambiar las bebidas azucaradas por bebidas zero azúcar no basta, hemos de sustituirlas por agua.
Son muchos los beneficios de beber agua y más si queremos adelgazar. Beber un vaso de agua antes de las comidas te ayudará a saciarte y además mejorará tu tránsito intestinal.
Y desde luego a la hora de perder peso algo prohibido es el alcohol. Y es que el alcohol impide que se quemen calorías e hidratos de carbono, por eso no es aconsejable en ningún caso abusar de este tipo de bebidas. Cuanto menos bebas mejor, aunque no todas las bebidas alcohólicas son iguales ni tienen las mismas calorías.
Así que apúntate al agua y resta cada día más de 600 calorías a tu dieta diaria. Y no te olvides de introducir en tu vida cambios en tu actividad física.
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