Eso es justo lo que ha ocurrido en la gala ofrecida al presidente de Italia, Sergio Mattarella, y la hija de este, Laura Mattarella. El medio catalán El Nacional se hizo eco de esta ceremonia, en la que la Reina, como de costumbre, no pasó desapercibida, para bien y para mal.
Se analiza su estilismo, su maquillaje y su comportamiento en cada una de sus apariciones públicas, y este último no pasó inadvertido para algunos, que identificaron algunos errores protocolarios en Doña Letizia.
Tal y como comentan en el medio catalán, en un momento dado la Reina le llamó la atención a Don Felipe para que se quitara la mascarilla, dejando a este en un aprieto que ambos intentaron disimular pero que a algunos presentes no se les escapó.
Para entender lo que pasó hay que saber que en estos eventos el protocolo exige que sea el Rey el que marque el momento en el resto de invitados pueden quitarse la mascarilla. Cuando este se la retira del rostro, los demás pueden hacer lo mismo. Pero no antes.
El error de Doña Letizia aquí fue que esta no se estaba llevando muy bien con el accesorio y se lo retiró del rostro antes de tiempo. Nada más entrar en la sala donde se celebraría el festín, la monarca se retiró la mascarilla. El protocolo exige esperar a que todos se encuentren en la sala para proceder desprenderse de esta.
Ya en la mesa, el Rey Felipe se disponía a hablar para todos, cuando la Reina Letizia, con la mascarilla colgándole de una oreja, advirtió a su marido para que se retirara la suya en un gesto tan disimulado que este no llegó a comprender. «¡Ya!«, dicen en el medio que esta expresó al Rey para que entendiera lo que quería decirle.
Este no fue el único momento que la Reina Letizia llamó la atención al salirse del protocolo establecido. El segundo también tuvo que ver curiosamente con la mascarilla. Este elemento es algo nuevo en este tipo de celebraciones, por lo que es fácil que muchos no se hayan familiarizado con el comportamiento que hay que tener respecto a su uso.
A la hora de comer, la norma señala que este accesorio se puede guardar en el bolsillo o, en el caso de carecer de él, colocarlo a un lado sobre la mesa. Doña Letizia no tenía bolsillo, pero lejos de efectuar la segunda opción, «escondió» la mascarilla bajo el plato. Un gesto que no pasó desapercibido.
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