Eso si, si el cansancio que tenemos es exagerado debemos consultar con un médico para asegurarnos que no es debido a un problema de salud y una vez descartado este, ponernos manos a la obra.
Lo primero y esencial es pararnos a ver cómo nos alimentamos, la alimentación es algo esencial para tener una vida sana y equilibrada y también para recuperar la energía. La clave es buscar el equilibrio entre hidratos de carbono de calidad, proteínas magras y grasas saludables Aquí juega un papel esencial evitar los alimentos grasos y disminuir la cantidad de azúcar y de sal. Además de procurar comer más frutas, verduras y legumbres, además de proteínas, para mantener y crear masa muscular.
Otro punto esencial es dormir bien, si no nos sentiremos mucho más cansadas de lo habitual durante todo el día, siete u ocho horas equivale a un sueño reparador para un adulto. Si puedes añadir además una siesta de veinte minutos te recargarás de energía y antes de acostarte evita móviles y pantallas y por supuesto no consumas productos estimulantes.
Un exceso de cafeína puede hacer que nos sintamos más cansadas en lugar de darnos la energía que buscábamos porque cuando eliminamos la cafeína se desbloquea la adenosina, causando una sensación de fatiga mayor.
No te olvides de beber el agua suficiente, ya que tal y cómo recoge la revista Vanitatis, «es la responsable de transportar los nutrientes por nuestro cuerpo, por lo que una correcta hidratación puede hacer que obtengamos mejores resultados. Además es esencial para el buen funcionamiento del cuerpo y no solo para sentir que recuperamos nuestra energía, favorece la función renal e intestinal, por lo que es conveniente consumir una cantidad suficiente al día. Esto nos ayudará a generar sensación de bienestar, pero también a sentir plenas nuestras facultades físicas y emocionales.»
No dejes de practicar ejercicio físico, esencial para recuperar esa energía y más aún a partir de los 30 años aproximadamente, cuando el cuerpo cambia y comienza a perder masa muscular, algo que podemos evitar haciendo ejercicio. Así que aunque te sientas cansada no dejes de hacerlo, caminar puede ser suficiente no solo para nuestro cuerpo, sino también para nuestra mente, haciéndonos sentir más relajadas y tranquilas.
Por último intenta no sobrecargarte de tareas y tomarte un tiempo para ti y para hacer cosas que te gusten cómo bailar, leer o quedar con amigos. Un descanso es ideal para liberarte de preocupaciones y recargarte de energía. Pero sin pasarte, ya que tener demasiadas obligaciones puede causar el efecto contrario y provocarte fatiga física y mental. Escucha a tu cuerpo y cuídate por fuera y por dentro.
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