Y es que cada vez que abre la boca sube el pan. El rockero estrenó hace un par de meses
un documental sobre su vida, donde no dejó títere con cabeza. Y, ahora, la historia continúa. Esto es lo que piensa de muchos colegas de profesión.
«Mi colectivo es de cobardes«, dejaba como gran titular el madrileño, que tiene una visión muy negativa sobre el conjunto de artistas de manera generalizada.
En su opinión, solo ve «cómplices silenciosos de hipócritas» y lamenta que el cinismo de algunos les lleve a «poner la boca en un sitio y la cartera en otro».