Lo primero y probablemente más difícil, es mantener la calma. Por muy importante que sea lo que estabas haciendo o muy nuevo que sea tu equipo, ponerte nervioso y enfadarte no va a solucionar nada. Es mejor que actúes con mente fría y que pienses que, el hecho de que se haya caído líquido en tu portátil no significa directamente que esté perdido.
En caso de que el ordenador esté apagado, no lo enciendas como mínimo en tres días. En caso de que te haya pillado con el portátil encendido, apágalo lo antes posible y desenchúfalo de cualquier fuente de corriente. Lo último que queremos es que se produzca un cortocircuito.
Lo más rápido posible, seca todas las partes que estén mojadas con algún paño seco o papel. Si tiene partes desmontables, como la batería o la ranura de discos, también es conveniente que las desmontes para poder secar lo máximo posible. También es recomendable ponerlo boca abajo con el fin de que pueda caer líquido al que es imposible acceder, algo más recomendable aún si se trata de líquidos con azúcar, como refrescos, que pueden quedarse pegados en el interior del portátil.
Es un acto reflejo y una reacción muy común, pero también uno de los mayores errores que podemos cometer. Hasta el punto que el efecto del aire caliente sobre los componentes puede ser mucho peor que el de los líquidos en el teclado del portátil.
En muchos casos, como por ejemplo con los móviles, es posible que el arroz funcione. Pero en el caso de los portátiles, es probable que el arroz se cuele por zonas en las que no debería (ventilador, puertos USB…) y pueda provocar daños añadidos al equipo.
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