Si estás pensando en redecorar tu casa, estás harta del blanco en las paredes y quieres darle un toque de color, te damos unas cuantas recomendaciones. Y es que el color hace mucho más por tu salud de lo que crees: puede acelerar tu ritmo cardíaco, equilibrar el sistema nervioso y regular la temperatura corporal. ¡Como lo lees!
Es mejor que te decidas por el color en las paredes dónde estén las ventanas, así la luz del sol incidirá en las paredes blancas.
Si la habitación es pequeña, mejor elegir colores no demasiado intensos. Y mejor fríos que cálidos. Y es que lo tonos claros son más agradables a nuestros ojos y nos aportan más equilibrio.
Empecemos por saber cuales son los tonos cálidos y fríos y con qué se asocian o qué efecto producen en la mente humana.
Los tonos cálidos recuerdan a la luz del sol, entre ellos están el rojo, naranja, amarillo magenta, terracota. Generalmente se asocian a la felicidad y comodidad y producen un efecto hogareño y acogedor.
Los tonos fríos son los que recuerdan al agua y al cielo, entre ellos están el verde mar, el celeste, el violeta y la gama de azules. Son colores relajantes y por ello funcionan muy bien en habitaciones y lugares dónde queramos estar tranquilos. La emoción humana detecta los efectos de los tonos fríos como una sensación de alivio, frescura y tranquilidad.
Si la habitación tiene orientación norte no tendrá mucha luz natural, así que mejor pintarla con colores cálidos, por el contrario si está orientada al sur puedes optar por colores más fríos.
Si la habitación tiene luz natural durante muchas horas puedes escoger colores más oscuros, si sólo tienes claridad mejor tonos más tenues.
En cuanto a la luz artificial, ten en cuenta que los LED fríos reducen la viveza de los colores; los LED cálidos acentúan esa calidez y los halógenos aportan una luz blanca que realza los colores.
La pintura plástica al agua es de las más usadas. Si necesitas ir rápido elige una pintura monocapa y para estancias con humedad cómo el baño y cocina lo mejor son las antifungicidas.
En cuanto al acabado de las paredes, si la pared es lisa puedes poner una pintura brillante si no lo son con una pintura brillante disimularás los defectos de la pared.
Si tu estilo es moderno, contemporáneo, te irán más los tonos fríos y neutros cómo azules o grises. Si eres más clásico, te irán mejor los tonos neutros o cálidos, cómo los arena. Si tu estilo es más vintage serán perfectos los rosas, ocres y verdes menta.
A la hora de elegir el color de las paredes ten en cuenta los tonos del cabecero, almohadones, cortinas y colcha.
Antes de elegir, eso si, haz varias pruebas y míralas a distintas horas del día con luz natural y luz artificial.
Ten en cuenta a la hora de pintar que darás amplitud a la habitación si unificas del mismo color la pared con puertas, armarios, rodapiés e incluso los marcos de los cuadros.
Conseguirás definir el espacio mucho mejor si eliges un mismo color para la pared y el techo.
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