Es muy importante la forma en la que usas tu champú, si hasta ahora lo masajeabas de raíces a puntas puede que estuvieras estropeándolo. «No es necesario aplicar champú ni frotar el resto de la melena, con el champú que cae sobre medios y puntas desde la raíz es más que suficiente. El champú sólo debe aplicarse en el cuero cabelludo y la espuma generada en la raíz se deslizará naturalmente por todo el cabello durante el aclarado para purificarlo sin dañarlo», tal y cómo explica a la revista Hola, Caroline Greyl, presidenta de Leonor Greyl.
Y si te gusta lavarte el pelo todos los días aplica el champú sólo una vez y aclara a fondo. Si dejas más tiempo entre lavados aplica dos veces champú.
Lo primero que debes hacer es cepillarte el pelo, un gesto que ayuda a desenredarlo sin romperlo, el cabello húmedo es más débil, tal y cómo explica la experta, que también aconseja, «Limpia peines y cepillos con regularidad. La suciedad que se acumula en ellos daña el cabello y le resta brillo. Hay que limpiar los cepillos una vez a la semana retirando con un peine los cabellos que puedan quedar en el cepillo»,
Otro gesto que sin duda ayuda a evitar que las puntas se abran y se rompan es tratar la melena por partes (cuanto más largo es el cabello más propensión tiene a tener las puntas abiertas).
Eso si, según Felicitas Ordás en declaraciones al mismo medio «Las fórmulas deben ser suaves para no agredirlo y debemos tener en cuenta que podemos encontrarnos en una sola melena dos características distintas, unas puntas secas y una raíz grasa. Eso se produce porque la grasa aporta humedad al cabello, pero cuando es tan largo no llega hasta las puntas», además de recomendar después de cada lavado un sellador de puntas y acondicionador y mascarilla una vez cada quince días cómo mínimo.
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