Si tu pelo es rizado probablemente ya sabrás que su punto débil, la sequedad, esto es debido a que los aceites naturales que segrega nuestro cuero cabelludo, no se deslizan por él tan fácilmente cómo por el pelo liso, además es más poroso. Así que ya sabes, lo primero es nutrirlo, si no estará muy encrespado y será difícil dominarlo.
La solución está en escoger champús, acondicionadores, mascarillas y espumas con lípidos naturales como la manteca de karité o el aceite de jojoba que dejarán el cabello más suave y brillante y con unos rizos más flexibles.
Escoge una linea de cuidado específica para cabello rizado y que además no lleve sulfatos ni siliconas. Espacia todo lo que puedas los lavados, en algunos casos bastará con lavarlo cada tres o cuatro días incluso. Cuándo salgas de la ducha usa una toalla de microfibra para quitar la humedad, presiona suavemente el pelo, envuélvelo en ella y desenrédatelo con un peine de púas anchas.Procura usar crema de peinado en lugar de espumas, la mayoría tienen alcohol, que reseca más los rizos y deja que tu cabello se acabe de secar al aire sin tocarlo.
Y si necesitas secarlo con secador, no olvides de hacerlo siempre con el difusor puesto, a baja temperatura y con la cabeza hacia abajo. Conseguirás unos rizos mucho más definidos.
Si notas que tu rizo está perdiendo fuerza presta atención a la composición de los productos que utilizas, la mayoría lleva siliconas, estas hacen que el cabello esté más sedoso pero sin embargo se acumulan en la fibra capilar y hace que el pelo al pesar más pierda forma.
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