Es considerada una de las disciplinas incluidas dentro de la teoría de las inteligencias múltiples desarrollada por Howard Gardner, y no todos pueden tenerla. Los que pueden padecerla, se les reconoce por sentirse atraídos por los ritmos, incluso los de la naturaleza. Otro rasgo predominante en estas personas es que se sienten cómodos al emplear cualquier registro musical en sus vidas. En la inteligencia musical intervienen nociones de lingüística, espaciales y cinética-corporal, por lo que desarrollarla es un aspecto clave para una buena salubridad.
Como sostiene Íñigo Pirfano, ‘ganar familiaridad con la música, entender cómo funciona, cómo se estructura, etc., ayuda a ir desarrollando las propias capacidades creativas, y revierte en las otras facetas de la inteligencia’. Con lo cual, el acercamiento a la música resultará imprescindible, y te explicamos por qué.
El hecho de escuchar música tiene un valor altísimo en la sociedad. En un principio, es concebida solo por placer, ya que ayuda a reducir los niveles de estrés y ansiedad. Pero, no está dirigido solo para el placer ni a la liberación de dopamina cuando escuchas tu canción favorita. Estudios realizados sostienen que esta acción resulta eficaz en tratamientos para personas ‘con trastornos cardiovasculares, dolor, síndromes depresivos, enfermedades psiquiátricas y en medicina de cuidados intensivos’.
Además, hacer música es un juego donde el cerebro juega un papel importante. Esto se debe a que componer ‘involucra, de manera admirable, a todos los elementos de nuestra mente y les hace entablar un diálogo: al hemisferio izquierdo con el derecho; requiere el concurso de la lógica y de la razón, pero también de los sentimientos’ explica la educadora neuromusical Anita Collins en una charla TED. Por lo tanto, el hecho de hacer ritmos reduce el riesgo de padecer problemas de memoria y un deterioro cognitivo con el paso de los años.
Para poder tener inteligencia musical, es esencial acercarse a la música de cualquier manera. ‘Todos deberíamos dedicar un tiempo de nuestra jornada, por pequeño que sea, a escuchar música de manera consciente y analítica’, asegura Pirfano. Pero, desarrollar esta inteligencia está marcada por estos patrones.
También puedes leer:
Siete canciones con las que te despertarás de buen humor
¿Te atreves a ser un foodie musical? 10 canciones con la comida como protagonista
Hay que reparar en las canciones como si fuera la primera vez que las escuchamos. Fijarnos en el ritmo, melodía y la letra que forman la canción resulta clave para potenciar esta octava inteligencia.
También deberás ampliar tus horizontes y salir de tu zona de confort musical. Además, nunca es tarde para ponerte a crear contenidos armónicos para poder entender y disfrutar al máximo de esta materia. Podrás estimular tu creatividad buscando posibles variaciones para una melodía.
Otorga a la música el papel que se merece y te sentirás atraído por la magia de sus notas. La clave pasa a ver la vida en términos musicales.
MÁS SOBRE: