Estos esperanzadores datos nos hacen creer que el fin de la pandemia está cerca, como también los argumentos del investigador del Centro de Investigaciones Biológicas (CSIC), Vicente Larraga, quien llega con un buen pronóstico de cara a lo que queda de año.
Lo cierto es que desde que comenzó la pandemia, por primera vez se puede hablar de un descenso de contagios en todo el mundo.
La llegada del frio que rematamos con la celebración de la Navidad, hizo crecer la curva de contagios de forma considerable. El mayor pico, a finales de enero. Ahora, a finales de febrero, los datos suman una nueva semana de bajadas.
Sea como sea, asegura que «a partir del verano ya se notará mucho«, y todo ello es gracias a la vacuna. Larraga apunta que si la situación continúa a la baja, para cuando haya riesgo de sufrir una nueva ola de contagios habrá una gran parte de la población vacunada, por lo que el virus habrá perdido fuerza. Es la manera de frenar una posible cuarta ola que supondría una catástrofe tanto en números de vidas como en la economía del país.
Aunque sus palabras son esperanzadoras, aclara que no es lo mismo hablar de una recuperación de la normalidad al fin de la pandemia como tal. Este lo sitúa más bien en el año 2023, es decir, dentro de un par de años todavía. Hasta entonces no cree «que se aclare mucho el panorama«, pues hay países menos afortunados que no están vacunando a sus ciudadanos este año.
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