El plátano es rico, barato, fácil de comer y tiene un montón de nutrientes y por eso mucha gente lo toma en el desayuno como fuente de energía.
Destaca por su contenido en hidratos de carbono, potasio, magnesio, ácido fólico y fibra. Y aunque su valor calórico es alto, sobre todo si lo comparamos con otras frutas, las calorías que consumimos en una porción no son tan calóricas como pensamos.
Como en todo hay seguidores y detractores de desayunar plátano.
Los primeros señalan entre sus cualidades que tiene bastantes hidratos de carbono (20 g), fibra (3,4 g), vitaminas A y C, y sobre todo potasio (350 mg) , muy importante para que los músculos se contraigan y para mantener el ritmo cardiaco. Además tiene magnesio y fósforo.
Los detractores señalan su alto contenido en azúcares cómo el principal problema ya que dicen que favorece el aumento de peso porque desencadena picos de glucosa y favorecen el hambre al poco de haber desayunado, una hipótesis confirmada por un estudio de la Universidad de Birmingham publicado en la revista Appetite tal y cómo explica el diario El confidencial.
Si desayunas un plátano todos los días, promoverás tu salud cardiaca y gracias al potasio controlarás la tensión arterial y la glucosa como concluye un trabajo recogido por la revista Nutrients, tal cómo explica El Confidencial.
La fibra de los plátanos promueve una microbiota saludable y reduce el riesgo de desarrollar cáncer de colon y sus vitaminas refuerzan el sistema inmunitario.
Si además quieres evitar tener hambre durante horas debes incluir en tu desayuno una fuente de grasas saludables y de proteínas.
El plátano lo puedes combinar de muchas formas, por ejemplo con yogur y nueces, con yogur y semillas de chia, con avena y nueces o en batido.
Además contienen antioxidantes, que protegen de las enfermedades cardiovasculares y degenerativas.
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