Lo primero es acondicionarlas antes de irte de vacaciones, eso ayudará mucho a su buena salud cuándo regreses.
Antes de irte de vacaciones poda tus plantas y sanéalas, incluso puede venirles bien cambiarles la tierra, ellas lo agradecerán y tú más cuando llegues y estén como nuevas.
También es muy importante mantenerlas lejos del sol directo, que en verano aprieta con fuerza y puede incluso quemarlas. Busca un lugar para ellas con buena luz pero sin calor ni sol directo.
Si colocas todas tus plantas juntas crearás un ambiente húmedo en el que el aire que respiren será más saludable para ellas. Por eso lo ideal es agruparlas en un mismo lugar.
Para asegurarte de que tienen el agua suficiente puedes optar por dos sistemas, uno es rellenar una botella de plástico con agua, hacerle agujeritos en el tapón, darle la vuelta e introducirla en la tierra. Así la tierra servirá de tapón para los agujeros y el agua se irá escapando poco a poco. Elige una botella más o menos grande según sea de grande la planta.
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