Pero sobre todo si tienes más de cincuenta la forma en la que te pintas los labios puede quitarte o ponerte años. Si no los cuidamos, con la edad tienden a desdibujarse y pierden volumen, además de agrietarse y marcarse más las arrugas. Así que atenta…
Lo primero y esencial es la hidratación, para ello exfólialos una vez a la semana y procura utilizar labiales hidratantes que no sólo les aporten color, sino que también los nutran.
Es esencial llevar un buen bálsamo labial y aplicártelo cuándo los notes resecos. Hay algunos que incluso incluyen en su fórmula ingredientes que los hinchan ligeramente, consiguiendo un efecto volumen que hace que no se marquen tanto las arrugas.
A la hora de maquillarlos no escojas colores demasiado intensos, te pondrán años encima. Apuesta por tonos nude o brillos con algo de color. Y olvida los mate, tu rostro se verá rejuvenecido si optas por un toque de glows en lugar de labiales mate. Mejor un toque jugoso, sin duda.
Los labiales demasiado oscuros y los opacos hacen que la atención se centre en tus labios, los primeros hacen que tus labios parezcan más delgados y los tonos opacos los muestran con aspecto de secos, así que cuidado con el color que escoges. Prueba con un labial cremoso de un tono ligeramente más brillante o más oscuro que el color natural de tus labios.
Y para darle más volumen, aplica un poco de brillo sobre tu barra de labios, sobre todo en el centro de cada uno de los labios.
Y si ya empiezas a identificar en tu rostro el temido código de barras, comienza a utilizar una crema específica para la zona con acción antiedad, nutritiva y antidescolgamiento para aumentar así la firmeza y elasticidad de la piel.
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