Con 9 y 12 años, las peques eran «muy amigas« y se tiraban todo el día juntas; algo que ha cambiado drásticamente de la noche a la mañana.
«La mayor dice que la pequeña le pone muy nerviosa, que es muy desorganizada. La pequeña, que la mayor tiene mucho carácter«, se preguntan estos padres, además de plantear la opción de separarlas de habitación.
Esa alternativa cuenta con el respaldo de Rocío, quien entiende que a su edad tampoco tardarán en volverse «cómplices» de la misma forma en la que ahora chocan.