El uso de sandalias, chanclas y alpargatas en verano hacen que nuestros pies sufran más que durante el resto del año. Al estar más expuestos es más fácil que aparezcan durezas, grietas y sequedad.
Te contamos algunos remedios caseros para recuperar la piel de la zona en poco tiempo. Lo primero para preparar la piel de los pies es usar la clásica piedra pómez para eliminar durezas, el mejor momento para pasarla es cuando la piel está húmeda, es decir en la ducha. Otro remedio para reblandecer la piel de la zona es exfoliar, para ello puedes usar una mezcla de limón, agua de rosas, glicerina y bicarbonato de sodio.
El siguiente paso es aplicarte una mascarilla, puedes hacerla tú misma con aceite de oliva virgen extra y/o aloe vera. Es importante que la dejes actuar bastante tiempo y con los pies cubiertos, así la absorberán mejor la hidratación. Existen incluso unos calcetines de hidratación a base de karité o argán, muy fáciles de utilizar.
El calzado ideal en verano es uno que no sea ni demasiado cerrado ni demasiado abierto, que no apriete por supuesto. Por ejemplo las sandalias abiertas atrás provocan la aparición de grietas. los pies estén apretados y cerrados durante mucho tiempo, pero tampoco al aire libre en exceso o caminando largas horas. Una buena opción es alternar diferentes tipos de zapatos y no abusar de ninguno.
Una buena pedicura profesional puede hacer maravillas, así que ya estás tardando en pedir hora en tu centro de belleza, un tratamiento de pedicura y envolturas con productos orgánicos cuidará tu piel y te relajará. Mantenla luego en casa con cremas específicas para el cuidado de los pies que están continuamente expuestos a fricciones y sequedad por lo que son diferentes a otras zonas del cuerpo.
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