Pequeños hábitos de limpieza ¡que te cambiarán la vida y tu casa!
Si te tomas en serio algunos sencillos hábitos que no te llevarán más de cinco minutos, tu casa estará más que ordenada y limpia y dará gusto entrar en ella.
Te contamos cuales son
Primero de esos pequeños hábitos: no amontones tus platos sucios
Si lavas los platos nada más llevarlos al fregadero, mantendrás tu cocina cómo si la acabaras de limpiar. Es un gesto fácil de hacer y dará una apariencia estupenda a tu cocina que causará una impresión maravillosa a todo el que pase por allí.
Pero esto no es lo único bueno ya que si lavas los platos al momento ahorrarás varios minutos en el proceso de lavado, ya que no es igual fregar un plato recién usado a uno en el que tengas que eliminar restos de comida incrustados durante horas.
Coloca los zapatos en su sitio nada más entrar en casa y quitártelos
Colocar los zapatos en su sitio cuando te los quites al llegar a casa es otro pequeño hábito que dará a tu casa un aspecto ordenado y limpio.
Muchas veces los dejamos en el recibidor o incluso en medio del salón creando un efecto de desorden y suciedad tremendo.
Así que cuándo te pongas tus zapatillas, zapatos al zapatero.
Limpia la mesa y la encimera de la cocina
Siempre es esencial para mantener el aspecto de limpio pero ahora mucho más, si cuando llegas del súper dejas las bolsas en la encimera dejarás todos los gérmenes y virus que hayan cogido al dejarlas apoyadas en el suelo del portal al abrir la puerta.
Con ello estarás llenando de gérmenes la zona dónde luego comerás.
Además si tu encimera está pegajosa y sucia y colocas encima un táper o plato, este quedará igual de sucio y pegajoso y si encima lo metes en el frigo estarás ensuciando también la balda de la nevera. Fíjate todo lo que te hubieras evitado limpiar si tu encimera hubiera estado limpia.
Una manera de tenerla siempre impoluta y desinfectada es tener a mano un paquete de toallitas multiusos.
Dobla la ropa recién lavada y seca
Si doblas la ropa recién sacada de la secadora o cogida del tendedero ahorrarás mucho tiempo de planchado.
Si la doblas inmediatamente evitarás que acabe arrugadísima además de acabar con esas montoneras de ropa que vas acumulando en el cesto de la plancha.
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