La Fundación BBVA ha realizado una encuesta a la que ha llamado «Actitudes ante la Tecnología y Usos de las TIC en la Sociedad Española en el marco del Covid-19« de la que se deduce que al 66 por ciento de los españoles les preocupa mucho que las autoridades accedan a sus datos y actividades virtuales mientras que al 81 por ciento le preocupa que lo hagan las empresas.
Pero, ¿realmente sabemos qué pasa con los datos que compartimos a través de plataformas virtuales y qué podemos hacer para protegernos?
Compartimos diariamente gran parte de nuestros datos en internet, a través de las redes sociales, aplicaciones y webs que utilizamos. Según los expertos el riesgo de que accedan a nuestros datos, tecnológicamente hablando, es cada vez mayor.
El profesor Ricard Martínez, director de la cátedra de ‘Privacidad y Transformación Digital’ en la Universidad de Valencia, en declaraciones a Nius Diario, propone el siguiente ejercicio.
“Entren en ajustes y miren qué permisos han concedido a sus aplicaciones. Acceso al micrófono, cámara, geolocalización, lista de contactos, correo electrónico, etc. Muchas de las aplicaciones que utilizamos de forma cotidiana piden la aceptación de estas condiciones.”
Al aceptar sus condiciones de uso, la mayoría de las veces accedemos a que se mande información de nuestros patrones de consumo a terceros. Es lo mismo que ocurre con las cookies. Normalmente estos datos se envían a empresas publicitarias, lo que se traduce en anuncios personalizados.
Entonces, ¿qué se puede hacer para evitar que nuestros datos estén en la nube? La abogada especializada en protección de datos, Paloma Llaneza en declaraciones al mismo periódico afirma que “la única forma 100% segura de evitar el acceso a tu información personal es no ponerla en la red. «Una vez que das tus datos y alguien analiza tu comportamiento, no sabes dónde pueden acabar».
Dado que muchas veces no podemos evitar el uso de las tecnologías, la clave es saber qué firmamos y valorar si hay más riesgos que beneficios o al contrario.
Debemos leer la letra pequeña y además podemos dirigirnos al delegado de protección de datos de la empresa o institución en cuestión. También se puede acudir a esta figura si queremos que se supriman nuestros datos de sus bases.
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