Hasta Alicante se ha ido para localizar a su chico desde el precioso puerto. Sin embargo, va a dar inicialmente con una mujer que se va a tragar toda la historia de cómo se conocieron. Todo iba bien hasta que soltó la anécdota de las «codornices» en su bañador apretado…
Lo mismo con el segundo atrevido que aseguraba a diestro y siniestro no conocer de nada a nuestro compañero brasileño. El amigo de Isidro Montalvo insistía en conocerle y hasta le había invitado a una paella desde una terraza viendo el mar.
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