Junto a este reconocimiento en físico posaba en sus redes sociales, acompañándole una sonrisa que nos confirma lo que ya sabemos: a Pablo López nada le hace más feliz que la música y poder compartirla con su gente.
¿El premio lo recibe él o lo recibimos nosotros? Esto nos pasa con todos nuestros artistas. Cada logro que consiguen lo sentimos nuestro y es algo que les impulsa a hacer más música, lo que nos hace salir beneficiados a ambos.
Con Pablo López estos días hemos vuelto a ganar. De esta conjunción de piezas astrales de la música el artista malagueño ha hecho lo que mejor sabe hacer: sentarse al piano y crear con dos de ellas esas obras que nos emocionan en sus directos.
Solo su voz y el piano, un dúo al que nos creemos muy acostumbrados y que, sin embargo, siempre logra despertar algo nuevo en nosotros. Pablo López ha convertido los temas 7 y La niña de la linterna en magia auditiva.
2021 es el año de la esperanza y la nuestra está depositada en que la situación vaya favorablemente para recuperar lo más pronto posible algunos aspectos de nuestra vida que quedaron anclados en la antigua normalidad (al menos tal y como los conocíamos). Hablamos, por ejemplo, de los conciertos.
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