No ha sido una semana fácil para Olga Moreno en Supervivientes. Desde que robó comida a su compañera y amiga, Melyssa Pinto, la concursante ha pasado de ser una de las favoritas del concurso a ser señalada tanto por la audiencia como por sus compañeros, que la sometieron a su segunda nominación.
En unos días complicados, pues se puede marchar del reality a las puertas de la final, Olga Moreno ha recordado el motivo por el que decidió participar aún sabiendo todo lo que dejaba atrás y lo que le costaba separarse de los suyos. «Entro con una responsabilidad de unos niños y de una hija de ocho años«, expresaba esta, lo que le ha hecho recordar cómo ha sido la educación que han recibido Rocío y David Flores, los hijos de su marido con Rocío Carrasco.
«Los niños saben lo que hay pero estoy tan orgullosa de cómo lo hemos hecho, de cómo los hemos criado. Sin maldad, sin rencor«, ha confesado Olga. Unas palabras que Rocío Flores desde plató secundaba: «Me he criado con una familia con amor, respeto y bondad«.
A pesar de todo, y de seguir ajena a lo que ha pasado en España con la emisión de la serie documental de Rocío Carrasco, Rocío, contar la verdad para seguir viva, Olga Moreno se ha atrevido a valorar la idea de que los hijos de su marido se reconcilien con su madre.
«Sé que algún día todo esto se acabará, estos niños podrán hablar con su madre«, añadía, culpando a una tercera persona de que este hecho aún no haya ocurrido: Fidel Albiac, el actual marido de Rocío Carrasco. «Mientras haya otra persona, no creo que hayan hablado«, confesaba la mujer de Antonio David desde Honduras.
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