Decirle a tu pareja que tenéis necesidades diferentes es una conversación necesaria pero delicada. Por eso debemos encontrar el mejor momento posible para abordarla. Los dos tenéis que estar tranquilos y relajados para expresaros lo mejor posible. El objetivo es llegar a un acuerdo a través del entendimiento.
Poner límites no es un acto egoísta ni autoritario. De hecho, es una muestra de amor y de respeto hacia tu pareja. Significa que, aunque algunas cosas os puedan molestar, seguís apostando por la relación y queréis cooperar para que sea lo más sana posible. Por lo tanto, no tiene sentido discutir ni ponerse a la defensiva.
Es importante que a la hora de poner límites seamos transparentes y expresemos de forma clara cómo nos sentimos. También es fundamental que respetemos los límites que necesite nuestra pareja de la misma forma que él o ella respeta los nuestros. Una relación es bidireccional en todos los aspectos y no podemos pedir a la otra persona más de lo que nosotros mismos le aportamos.
En resumen: Poner límites es beneficioso para la pareja porque implica que ambas partes se comuniquen y limen asperezas en su relación. Pero para que esto funcione, es importante hacerlo de forma sincera, transparente y coherente.