Esto es al menos lo que recomienda una experta, Gabriela Paoli, psicóloga y autora del libro «Salud digital: claves para un uso saludable de la tecnología». En declaraciones a ABC Salud insta a que dejemos el teléfono lejos de nuestra cama cuando vamos a dormir: «Si durante la noche nos despertamos, seguramente tendremos la tentación de conectarnos y allí perderemos horas de sueño que nos traerán consecuencias negativas al día siguiente«
Al parecer, el cansancio, falta de concentración, irritabilidad o desgana serían algunas de esas consecuencias. Por ello, lo mejor es dejarlo en cualquier lugar al que no alcancemos en caso de desvelarnos. Aunque según la experta, lo mejor es apagar nuestro móvil, ponerlo en modo avión o dejarlo en otra habitación.
Alberto Nájera, profesor de la Universidad de Castilla-La Mancha y vocal del Comité Científico Asesor en Radiofrecuencias y Salud (CCARS), en declaraciones a Maldita Ciencia afirma: «Mientras estamos hablando o usando internet, cuando el móvil actualiza apps o al realizar copias de seguridad, este necesita emitir y recibir información en forma de radiación electromagnética de radiofrecuencia«.
Aunque como recoge el mismo medio, es cierto que los valores medios de radiación que emite son extremadamente bajos. Incluso están muy por debajo de los límites de seguridad que marca la International Commission on Non-Ionizing Radiation Protection (ICNIRP): entre 10.000 y 100.000 veces por debajo del límite.
Por eso en lo que respecta a nuestra salud dormir con el móvil al lado no supone ningún riesgo aunque si puede serlo el grado de adicción que tengamos. Además, si lo tenemos cerca tendremos la tentación de consultarlo, algo que hará que la actividad de nuestro cerebro no pare y nos sea bastante más complicado conciliar el sueño.
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