Un hallazgo que establece una relación causa-efecto entre los cambios bruscos de temperatura y el pudrimiento de los huevos, según INOVO (asociación española de industrias de ovoproductos)
Para no provocar este efecto en los huevos, INOVO ha publicado una útil infografía en la que dejan claro lo siguiente: no sacar los huevos del estuche mientras están en la nevera, además de otras recomendaciones.
Según sus estudios, la temperatura ideal para la conservación de los huevos es de entre 1 y 10ºC. Sin embargo cuando abrimos la nevera, la temperatura ambiente de nuestra cocina «calienta» momentáneamente los huevos que hay en la puerta, provocando desajustes térmicos al cerrar esta última.
Estos cambios bruscos pueden ser responsables de la aparición de microorganismos en los huevos debido a la condensación del agua, desencadenando más adelante un proceso de putrefacción.
A parte de las razones ya mencionadas, existe otro motivo para conservar los huevos en el estuche: la higiene. El proceso de manipularlos para colocarlos, sumado a la suciedad que pueda albergar nuestro frigorífico, podría repercutir negativamente en su estado de conservación.
Además si partimos de la suposición de que colocarlos en la huevera se hace para ahorrar sitio, todos podemos confirmar el hecho de que nunca podemos colocar su totalidad, dejando algunos dentro del estuche.
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