Congelar y descongelar es fácil pero si no lo hacemos bien puede ocasionarnos problemas.
Que estén congelados no quiere decir que duren años. Los alimentos congelados también tienen fecha de caducidad.
Además debes mantener el congelador por debajo de -18 grados y la nevera entre 5 y 8 grados y en el caso de la carne y el pescado entre uno y cuatro grados.
La regla del «3» suele funcionar, es decir, la comida puede mantenerse en buen estado durante 3 días en tupper, durante 3 semanas envasada al vacío y durante 3 meses como congelado.
Se recomienda no congelar fruta y verdura ya que contienen mucha agua, tampoco los huevos enteros o crudos porque el interior se dilata y se pueden romper. La pasta congelada se reblandece y las patatas se endurecen.
Anota estos diez alimentos que no se pueden congelar porque perderían muchas de sus propiedades: productos con grasa, huevos, fruta, patatas guisadas, queso, percebes, lechuga, bizcocho casero, recetas con mahonesa y pescados que lleven unos días en la nevera.
Lo ideal es esperar a que se enfríe, si no lo hacemos corremos el riesgo de estropear el congelador que se enfrenta a un cambio de temperatura muy elevado, que hace que se forme mucho hielo.
No debes congelar un alimento ya descongelado ya que las bacterias proliferan muy rápido y puede ser peligroso para la salud.
No todos los recipientes sirven para congelar. No es aconsejable usar papel de aluminio, lo más aconsejable es el vidrio, el papel transparente y las bolsas para el congelador.
El recipiente debe ser hermético, ajustarse al tamaño de los alimentos y no debemos llenarlo mucho ni dejarlo medio vacio.
Sacar los alimentos del congelador y dejarlos a temperatura ambiente es un error, a las bacterias les gusta el calor, así que lo que conseguiremos es la proliferación de microorganismos que alterarán su estado.