Y es que cada animal, también nosotros los humanos, tenemos nuestro organismo preparado para alimentarse de una manera determinada: nuestro estómago, los dientes, el intestino… están conformados para ello.
Por eso, es un error ofrecer a nuestro perro alimentos fuera de su dieta habitual con pienso. Los dulces, como el chocolate o las chucherías con azúcar, son un auténtico despropósito y pueden perjudicarles enormemente.
Hay alimentos que consumimos habitualmente las personas -uvas, cebolla o las bebidas alcohólicas- que pueden resultar tóxicos para los canes.
En este video hay una recreación de lo que puede pasarle si te acostumbras a dar alimentos que normalmente consumes tú.
El lúpulo de la cerveza, por ejemplo, es tóxico para los perros y el alcohol -al igual que en las personas- hace daño a su hígado
Esta fruta posee una toxina llamada persina que puede ocasionar hasta la muerte de tu mascota en caso de que ingiera una cantidad importante de este alimento
El chocolate negro, especialmente y el café son nocivos para tu perro ya que no posee enzimas para metabolizarlos y tampoco pueden digerir la teobromina y la cafeína presentes en el cacao.
También las de California. Los altos niveles de aceite y grasa pueden ocasionarles depresión, debilidad, temblores hipertemia, vómitos, diarrea o incluso pancreatitis.
Limón o naranja puede provocar dolor de estómago.
La carne cruda y los huevos pueden contener bacterias peligrosas como la salmonela y la E. coli. Ni son buenas para ellos, ni para nosotros.
Coincide su excesiva ingesta con los humanos en que causa una sed excesiva, vómitos, diarrea, temblores, fiebre, convulsiones e incluso la muerte.
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