Pablo Chiapella y Nacho Guerreros

Nacho Guerreros y Pablo Chiapella estuvieron un año sin hablarse en LQSA

Afortunadamente arreglaron el enfado y ahora son muy buenos amigos

Noelia Bertol

Nacho Guerreros ha acudido a Sobreviviré, el espacio que conduce Nagore Robles en Mitele Plus, donde se ha mostrado de lo más sincero sobre uno de los problemas que vivió en La que se avecina. La exitosa serie de Telecinco tiene el humor por bandera y da la impresión de que todos los actores tienen una muy buena relación y forman una gran familia.

Y aunque así es en la mayoría de los casos, no siempre todos los actores se han llevado bien entre ellos. Nacho Guerreros, quien interpreta a Coque en la ficción, confesaba que estuvo un año sin hablarse con su compañero Pablo Chiapella (quien da vida a Amador Rivas).

«Hay más buen rollo que otra cosa, pero hay veces que te enfadas», expresaba este sobre el ambiente de trabajo que hay en La que se avecina. «Yo estuve un año sin hablarme con un compañero por una tontería que podíamos haber arreglado los dos. Afortunadamente, esto pasó hace muchos años y hace muchos años que volvimos a ser amigos otra vez», añadía el actor en referencia a un enfado con Chiapella.

Solo se hablaban en las escenas que compartían

 

Los actores no se hablaban, excepto cuando compartían escena en la serie, demostrando que la profesionalidad está por encima de todo. Tan buenos son en lo suyo que el problema entre ellos nunca traspasó la pantalla y le dio esa impresión a los espectadores.

No fue nada agradable para ninguno de los dos. Guerreros confiesa que ambos se quieren y se aprecian y no es nunca agradable estar en una situación así con alguien a quien se quiere tanto. Afortunadamente esto ocurrió hace ya bastante tiempo y tras arreglarlo retomaron una amistad que hoy cuidan. 

A veces es inevitable tener diferencias con personas de nuestro entorno, ya sea familia, amigos o compañeros de trabajo. Lo importante en estos casos es que, si es una persona importante en nuestras vidas, no alarguemos la reconciliación por una cuestión de orgullo.