Un buen baño, además de ser muy placentero, puede ayudarte a relajarte, a trabajar con la mente despejada, a aliviar dolores musculares o a dormir bien.
Lo primero que puedes hacer para disfrutar de un buen baño, después de llenar con agua templadita tu bañera, es añadir diez gotas de uno o varios aceites esenciales diluidos en un poco de aceite de almendra o ricino. Remueve y deja que se mezcle, con los poros abiertos penetrarán mucho mejor en tu piel aportándote hidratación.
Si lo que quieres es añadir un efecto relajante, añade flores de lavanda, salvia, jazmín o manzanilla, la albahaca sin embargo te proporcionará más energía y te tonificará, igual que el romero, el jengibre y la menta.
Si quieres hacerte un baño terapéutico para aliviar dolores musculares, puedes usar sulfato de magnesio u otras sales gordas, sobre todo las marinas, perfectas para aliviar el dolor muscular por su alto contenido en minerales, que relajan los músculos.
Y si quieres darle un toque de buen olor, puedes añadir unas gotas de algún aceite esencial.
Un baño de sal con esencia de lavanda puede ayudarte a conciliar el sueño. Para ello echa un puñado de sal gorda y seis gotas de esencia de lavanda.