Momento histórico en First Dates protagonizado por un chupete “a mis parejas les daba vergüenza que lo utilizara”

Comparte:

First Dates es un programa donde, a pesar de formar, o no, parejas, también se descubren muchas curiosidades gracias a los participantes. Carlos Sobera se ha sorprendido más de una vez por las vestimentas de algunos de ellos, o incluso por las manías que dicen tener. Este programa ha sido el que se lleva el premio a la “manía” más extraña. Se trata de Anne, una mujer que ha entrado al restaurante ¡con un chupete en la boca! “¿Eso que llevas ahí es un chupete? ¿Es como un amuleto?”, expresó sorprendido el presentador.

Lo que ni él ni los espectadores esperaban es que fuese por un problema salival, “tengo un problema en las glándulas salivales y tengo que utilizarlo, si no me hincho como un sapo”.

El presentador se quedó asombrado ante esta confesión ya que era la primera vez que alguien entraba con chupete en el programa. “Si no lo llevo es como si no fuera con zapatos”, confiesa la chica en búsqueda del amor.

También puedes leer:

Un polémico participante de First Dates bromea con ser «nini»: «Ni quiero ni lo intento»

First Dates: Una comensal lamenta que los hombres solo la vean «como una vagina con patas»

First Dates vive la cita más incompatible de su historia: «Si hasta el nombre es feo»

A pesar de que lo lleva por sus problemas salivales, la joven ha experimentado varias rupturas. “En el amor me ha perjudicado. Creo que a mis parejas les daba vergüenza que lo utilizará”, cuenta. Y es que su miedo se dirigía directamente a qué pensaría la persona con la que va a tener la cita, sus otras parejas podían llegarlo a entender en privado, pero públicamente no.

La primera cita de First Dates protagonizada por un chupete

Álex fue el chico con el que tuvo la cena, y todo parecía ir bien. El joven no pareció extrañarse cuando le tuvo que ayudar a desabrochar el colgante que ataba el chupete a su cuello. “¿No te molesta que use mi chupete?” Tras contarle el motivo de tener que llevar este accesorio, el de Barcelona admitió que no tenía problema con ello. “Tiene un toque infantil y es gracioso”.

Al parecer, llevar chupete sí acabó siendo un amuleto de la suerte. La pareja terminó la velada besándose y confirmando que querían unas segunda cita para conocerse más.