Son muchos los mitos que giran en torno al pan pero seguramente el más extendido durante años es el de que el pan engorda, por eso siempre ha sido excluido junto con la pasta y el arroz de las dietas, por su alto contenido en hidratos de carbono.
No debemos olvidar que los hidratos de carbono nos aportan beneficios, son una fuente de combustión importante para el organismo y nos sirven, principalmente como fuente de energía.
Los expertos insisten en que se puede consumir hasta 100 g al día, incluso en las dietas de adelgazamiento (esta cantidad es menos de la mitad de los 250 g recomendados por la OMS dentro de una alimentación equilibrada y realizando ejercicio).
Ambas están elaboradas con los mismos ingredientes y el mismo proceso y contienen los mismos nutrientes . Lo que ocurre es que al hornearse, la corteza se deshidrata más rápido que la miga y por eso da sensación de ser más ligera.
La masa madre es un elemento compuesto por el cultivo de bacterias que se alimentan de la harina de trigo, centeno y otros cereales. Su proceso de fabricación puede durar unas semanas y su calidad dependerá de ingredientes que la componen, si estos son naturales y de calidad la masas madre será saludable pero si por el contrario son de origen industrial la masa madre será más artificial, con menos nutrientes y menor consistencia.
Aquí ocurre algo parecido a la masa madre. Si el pan previo a la congelación era bueno (siguiendo buenas técnicas de elaboración, ingredientes de calidad, tiempos adecuados…), seguirá siéndolo también después.
No hay el menor problema en congelarlo. Lógicamente, si el pan que congelamos no es de buena calidad, nunca lo será (congelado o no).
La diferencia entre ambos tipos de pan está en la fibra, el pan integral contiene más fibra y por eso sacia más, además de ayudar en el tránsito intestinal. Pero ambos tienen el mismo número de calorías.
Los más pequeños deben comer un buen pan que puedan masticar, lo que hacemos mal con ellos es darles pan cuando son bebés para que comiencen a masticar y cuando ya saben y pueden hacerlo se los sustituimos por pan de molde, que generalmente es industrial.
Es otro de los mitos en lo relativo al pan, podemos tomar pan a cualquier hora del día y también en la cena. El problema está cuando basamos nuestra alimentación en bocadillos y sándwiches.
Es decir siempre que hayamos llevado una alimentación equilibrada durante el día no hay problema en que por la noche tomemos un poco de pan.
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