Hace unos meses Mila Ximénez anunciaba que le había sido diagnosticado un cáncer de pulmón. La colaboradora de Sálvame inició un tratamiento para hacerle frente, lo que le obligó a abandonar temporalmente su trabajo en televisión. Un mes después vuelve y, aunque «volver significa que estoy bien«, no lo hace con las mejores noticias.
Tal y como narraba a Jorge Javier, la enfermedad se ha complicado en una de las zonas afectadas. «Se ha disparado«, revelaba esta. Un hecho por el que tendrá que enfrentarse en un par de semanas a un TAC donde se decidirá todo. «Dependiendo del resultado tomaré una decisión«, expresaba convencida.
El presentador le animaba a escuchar a su doctora ante cualquier diagnóstico y no rendirse, pero Mila Ximénez parece tenerlo claro. Si los resultados no son favorables, «tomaré la decisión de que yo no quiero seguir viviendo así, que a mí lo que me ha pasado este mes no se lo deseo a nadie«, añadía. Y es que, al parecer, una de las últimas sesiones de quimioterapia la dejó postrada en cama durante todo un mes.
«A mí me dicen que esto tiene una duración de un tiempo y pues muy bien, yo me organizo«, reconocía sin el temor en la mirada que hace unos meses podíamos percibir cuando anunció la enfermedad. La colaboradora no se rinde, pero mira todas las posibilidades de frente y sin temor.
Además del cáncer, Mila Ximénez tiene que hacer frente a otros aspectos que complican su situación como es la distancia de su familia impuesta por la pandemia (y que en su situación se ha hecho más necesaria aún) y la soledad. Aspectos que que minan las energías de esta.
Justo eso, energía, es lo que cada vez le cuesta más sacar. «Tengo mucha fuerza pero cada vez me cuesta más sacarla y levantarme«, reconocía. Y es que por supuesto que prefiere vivir, pero quiere hacerlo «con calidad de vida», y no como se ha pasado el último mes, pues agregaba que «eso no es vida».
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