Microondas: no olvides dejar un hueco en el medio del plato al calentar tu comida
Recalentar una y otra vez la comida en el micro no es una buena solución para conseguir una temperatura uniforme. Además de dañar la materia prima, la factura de la luz también se resentirá.
El microondas es un electrodoméstico que nunca dejará de sorprendernos a pesar de los años que lleva con nosotros en nuestras cocinas.
Fue descubierto por casualidad por Percy Spencer en el año 1945 cuando investigaba diferentes formas de mejorar el funcionamiento del radar. Para ello utilizaba magnetones, dispositivos que transforman la energía eléctrica en microondas electromagnéticas.
Un día, cuando Spencer llevaba en sus pantalones una barra de chocolate que quería comerse a la hora del almuerzo notó que al acercarse al magnetón, el chocolate se calentó y de derritió.
Por eso, la solución es muy sencilla: distribuir el alimento por todo el plato, dejando un hueco en el centro, como si fuera un donut.
La explicación es muy sencilla y la especifica de forma concreta Elconfidencial.com en este artículo: «Los iones de sodio y cloro crean calor al chocar en el campo electromagnético, dejando menos energía disponible para calentar en el centro del plato».
El hueco en el centro del plato es necesario por la sal ya que las moléculas de este componente tienden a romperse con el agua dejando menos energía del microondas disponible para calentar en el centro del plato. Por eso, el alimento que se encuentra en esa zona se calienta menos que el de la periferia.
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En el caso de que la sustancia que calientes sea sopa o crema, la alternativa es dar un par de vueltas con una cuchara a mitad de calentamiento para que el calor se distribuya completamente por la disolución.