A la llegada del amigo invisible se suma una «realidad» tan compleja como la pandemia. Rápidamente, los padres y las madres se echan las manos a la cabeza cuando su hijo les dice que Juan (amigo invisible) tiene el coronavirus.
Nuestra especialista pide que reine la tranquilidad porque ellos solo están tratando una «realidad aplastante» para darle la solución que ellos quieren. Por eso, pide una tarea algo complicada para los adultos: No fomentarlo y respetarlo.
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