Todo gira en torno a una buena y correcta hidratación del cabello. Cuanto más y mejor hidratado lo tengamos, mejor se nos formarán los rizos y más definidos los tendremos.
Te contamos cómo practicarlo de la manera más sencilla y en tu casa.
Antes de nada debes limpiar en profundidad tu cabello (a esto se le llama clarificar). Para ello debes buscar un champú con sulfatos por última vez, para arrastrar así las siliconas y residuos de tus rizos.
A partir de ahí ya no podrás usar productos que lleven sulfatos, siliconas, ceras o alcohol, para ello mira muy bien las etiquetas de los productos y evita los ingredientes que terminen en sulfate o sulfonate.
A partir de ahora sólo debes usar productos muy hidratantes y con ingredientes naturales.
Lo normal es lavarlo cada tres días aproximadamente. Para lavar el cabello hazlo por partes, mójalo a conciencia y divide el pelo a la mitad, aplica muy poco limpiador en el cuero cabelludo y haz pequeños círculos sin frotar mucho para que no se enrede. En la melena aplica bastante producto y pasa por ella los dedos como si fueran un peine de arriba abajo.
El aclarado es igualmente importante, hay que hacerlo muy bien y sin que quede ningún resto. Conseguirás un pelo súper hidratado, suave y con cero encrespamiento.
Para terminar, desenrédalo con un acondicionador sin aclarado, aplica un activador de rizos y si quieres ondas enrolla los mechones sobre tus dedos, si lo quieres más ahuecado usa un peine afro o de púas largas y levanta las raíces para dar más volumen.
Sécalo con un difusor apretando el pelo desde las puntas hacia el cuero cabelludo.Ve abriendo y cerrando la mano, sin olvidarte de cambiar de posición la cabeza para repartir bien el rizo. A mitad de secado vuelve a reaplicar el producto de definición con las manos mojadas.
Puedes recuperar tu rizo al día siguiente, si este ha perdido fuerza, con un acondicionador sin aclarado. Aplica el producto en tus manos frotando las palmas. Deslízalas hacia abajo, de raíces a puntas.
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